Castilla, un resurgimiento material necesario

Por un castellanismo contra la Agenda 2030

"Los que aseguran que es imposible no deberían interrumpir a los que estamos intentándolo" (T. A. Edison).

sábado, 26 de mayo de 2018

Ante el plan nacional de Obras Hidráulicas


Por Joaquín López Robles


(León, 1882-1964)

(El Diario Palentino, 12 de abril de 1934, p. 2)

El domingo se celebrará en León la tercera Asamblea en favor de los pretéritos derechos de la Cuenca del Duero.

Prosigue la campaña de revindicación de Castilla por sus derechos en el Plan Nacional de Obras Públicas.

A la Asamblea de Aranda, a la que como dimos oportunamente cuanta a nuestros lectores, acudieron representaciones en persona de tres provincias y en espíritu del resto de provincias castellanas, sigue ésta de León, convocada bajo los auspicios de la Excelentísima Diputación de la ciudad hermana.

Conforta más que los resultados que puedan señalarse como colofón a este esfuerzo de determinación de nueestra personalidad, la realidad fruto de esta campaña: lo que en Aranda se llamó espíritu de concordia, y más que de concordia de unificación de sentimientos.

Era en Castilla necesaria la vivificación de un regionalismo, pero no de un regionalismo romántico secuela de la tradición, sino un regionalismo perenne, positivo, fundamentado en los nexos económicos.

Tenía razón nuestro culto amigo señor Gusano, cuando afirmaba en aquella memorable Asamblea, que la nueva historia de Castilla se debe escribir a base de las posibilidades económicas de la comunidad de la gran familia castellana.

Esta Asamblea de León, es un jalón nuevo de esto que pudiéramos llamar nuestra "reconquista". Ya dijo Keysserling, que los pueblos se regeneran de dos formas: o resucitando su pasado para mejorarlo, lo que se llama ser víctima de la autosugestión del pasado, o despreciando el pasado, mejor dejándolo al margen de los acontecimientos, para superar sus inquietudes y reintegrarse a la realidad de las necesidades económicas.

La presidencia de la Diputación leonesa ha cursado a todas las provincias castellanas una circular, por la que invitaa todas las fuerzas económicas y autoridades de la región, a la magna Asamblea que se celebrará a las once de la mañana en el salón de actos de aquella Corporación, y la que dice textualmente:

"Persuadida la Diputación de la importancia y trascendencia que ha de tener el Plan general de Obras hidráulicas, y atenta a su vez a la especial significación del Decreto que concede una amplia autonomía para el desenvolvimiento a la Confederación del Ebro, y consecuente con su misión principal, defensora de los intereses provinciales y regionales, ha acordado, en sesión del 6 de los corrientes, celebrar una Asamblea, la que tendrá lugar en el Palacio Provincial a las once de la mañana el día 15 próximo.

El objetivo de la misma, es adoptar los acuerdos, a fin de que no sea preterida la Mancomunidad del Duero, y fijar al mismo tiempo la posición de la provincia de León, esencialmente hidráulica e interesada ante tan magno problema.

El Presidente accidental, Joaquín López Robles".

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