Castilla, un resurgimiento material necesario

Por un castellanismo contra la Agenda 2030

"Los que aseguran que es imposible no deberían interrumpir a los que estamos intentándolo" (T. A. Edison).

domingo, 2 de abril de 2023

Los riegos de Castilla

(El Financiero, nº 1202, 11 de abril de 1924, p. 604-605)

El año 1915 se inauguraron por cuenta del Estado las obras que todo el mundo conoce con el nombre de Riegos del Alto Aragón. Tales obras, sino estaban mal informados constituiran una vez terminadas el sistema de riego más vasto de Europa, pues han de convertir en regadio nada menos que 300000 hectareas de terrenos de secano de la estepa aragonesa, la más extensa de España después de la castellanamanchega. Estos riegos transformarán una extensa comarca de la provincia de Zaragoza y otra mucho mayor de la de Huesca, y darán vida y riqueza a cerca de un centenar de pueblos sedientos de agua y deseosos de trabajo.

Nosotros, que sentimos por Aragón los mayores respetos y aún verdadera simpatia, deseariamos ver ya terminadas esas grandes obras, que son por su naturaleza que las que patentizan que la unidad nacional es algo indisoluble y necesaria cuando se trata de acometer ciertas empresas, porque, digámoslo con toda claridad, Aragón no tiene por si sola capacidad económica para acometer esas obras, presupuestadas en cerca de 200 millones de pesetas. Mas con beneficiar tan solo a una región, nosotros conceptuamos tal empresa como necesaria, como urgente y como nacional.

Pero el caso es que hay también otras comarcas, otras regiones que necesitan asímismo la transformación de sus secanos en regadio, y entre ellas, especialmente, se encuentra Castilla, la buena, la austera, la cenicienta, la preterida de los governantes, la olvidada por la indiferencia y la abulia de sus propios hijos.

En la meseta castellanoleonesa existe una extensa comarca, cuyo núcleo central es conocido con el nombre de Tierra de Campos. Esa comarca y las colindantes, aunque bastante menos áridas y menos esteparias que las del Alto Aragón, están esperando muchos años hace el regadío, que ha de transformar sus secanos en una de las comarcas agrícolas mas ricas del país.Bastaría para ello convertir en regadío el Canal de Castilla.

Dicho canal venía utilizándose para navegación y para servir de motor a algunos batanes y fábricas harineras, pero desde que se construyó el ferrocarril de Venta de Baños a Alar y Santander, paralelo al canal, fue disminuyendo en el mismo el tráfico, hasta quedar reducido a su más mínima expresión.

La transformación en obra de riego de ese antiguo y famoso canal, que con el ramal de Campos tiene una extensión de 207 Km, hace muchos años que se proyectó. Mas Castilla no ha tenido la constancia que Aragón para interesar de los poderes públicos la satisfacción de sus justas demandas. Castilla, tan resignada siempre, no ha levantado aquellos clamores ni aquellas protestas, que constituyen a la vez el acicate o el temor de los gobernantes, y como no ha realizado la pública campaña necesaria para dar el problema de sus riegos el carácter de pleito nacional, la consecuencia es que cuatro quintas partes del país ignoren en qué consiste el sistema de riegos de Castilla y desconozca incluso sus aspiraciones.

Sucintamente vamos nosotros a explicar estos puntos. El sistema de riegos a que nos referimos comprende no solo el canal de Castilla propiamente dicho, si que también los nuevos canales denominados de Alfonso XIII, del Pisuerga, en Villalaco, al Carrión, en Villarramiel de Campos, y el del Arlanza, desde Palenzuela a Villaciudad y también un grupo de pantanos de alimentación de los canales en el Alto Carrión, a saber: 

La Hoz, con capacidad de 20 millones de metros cúbicos, y Otero, con capacidad de 9 millones de metros cúbicos; y en el Alto Pisuerga, los de Recozones, con capacidad de 15 millones de metros cúbicos; Entrepeñas, con capacidad de 8 millones, y Peñacaballera, con capacidad de 4.600.000, o sea en total 56 millones de metros cúbicos, siendo las longitudes y zonas regables de cada canal de los siguientes:

Canal de Castilla, 270 kilómetros y 55000 hectáreas; Canal de Alfonso XIII, 40 kilómetros y 8000 hectáreas; Canal de Arlanza, 20 kilómetros y 4000 hectáreas. Total, 267 kilómetros y 67000 hectáreas.

Es decir, que desués de los Riegos del Alto Aragón, la mayor empresa de riegos proyectada en España son los que dominaremos en lo sucesivo Riegos de Castilla. Algunos de los pantanos antes citados estan en período de construcción; pero,a decir verdad, Dios sabe cuándo se terminarán, porque para ello sería necesario o que viniese un decidido ministro protector de tales obras, o que las comarcas exterioricen sus protestas con la mayor agudeza para que la nación sepa que esos riegos, por su extensión y por su importancia, han der considerados como empresa nacional, o porque ocupe el poder un gobierno que pare atención en los grandes problemas económicos nacionales y quiera hacer a Castilla, or una vez al menos, la justicia de concederle lo que necesita y lo que merece.

Claro es que no son tales obras de riego las únicas que Castilla desea e interesa, pero son las que constituyen un sistema. El pantano de la Cuerda del Pozo, en Soria, y la ampliación de la zona regable del Canal del Duero, son también algo, no sólo necesario,sino indispensable.Este canal, con sus 52 Km de longitud, tiene una zona regable que afecta a 8000 hectáreas, de las que ya se riegan en la actualidad unas 2000 hectáreas aproximadamente. En otro artículo estudiaremos todos los canales o pantanos en construcción o en proyecto que interesan a Castilla.

Creemos inútil encomiar la importancia y la trascendencia de los riegos a los que venimos refiriendonos. Quien quiera que sea comprenderá qué transformación tan honda habría de producirse en aquellas comarcas al convertirlas hoy ricas tierras de secano en campos de regadío, no solo por el aumento del valor y de la producción, si que también porque entonces el cultivo cerealista podría sustituirse por el de las hortalizas y fructicultura, y en parte por el de la remolacha, que llevaria aparejada la implantación de fábricas azucareras, en esas comarcas castellanas, acaso un poco obsesionadas respecto del cultivo triguero.

Las riberas del Duero y las del Pisuerga son tierras propicias y aparentes ara el cultivo de la remolacha. En Osma existe una fábrica azucarera, otra en Valladolid, y fue cerrada la azucarera palentina en Villarramiel. Castilla, pues, no tiene en estos aspectos más que seguir el amino que Aragón ha seguido, interesando a la opinión en favor de sus riegos y solicitar al Gobierno que se emprendan las obras necesarias como medio para contener la emigración o la despoblación de su territorio y formular la petición ahora en alta voz pra que al confeccionarse el próximo resupuesto se incluyan en el mismo los oportunos créditos, a fin de que se prosiga la construcción de los pantanos que han de alimentar los canales.

La obra es, a nuestro juicio, de las de carácter de Estado, yiene el deber de acometerla resueltamente, siquiera no sea más que para reparar el abandono en que tiene a Castilla.