Castilla, un resurgimiento material necesario

Por un castellanismo contra la Agenda 2030

"Los que aseguran que es imposible no deberían interrumpir a los que estamos intentándolo" (T. A. Edison).

sábado, 30 de diciembre de 2017

Leyendas de la montaña de Castilla: La anjanuca blanca

Por Manuel Llano

(Castilla gráfica, revista semanal (Madrid), nº 29, 31 de agosto de 1924) 


A mi querido amigo el insigne novelista Ricardo León, enamorado ferviente de las cosas de la Montaña

"Eso sí que no, ¡recontras! Antes dejo espellejame vivu que pasar por las cueva de ias Anjanas esta noche tan oscura y vintiscosa... ¡Eso sí que no! Sinducu no pasa de anocheciu por la cueva de las Anjanas onque lo mande la mesma bula."                              


Era el filo de la media noche: una de esas noches del invierno montañés, "vintiscosa" y oscura como boca de lobo. A través de las montañas de nevadas cumbres, venía un viento que cortaba el rostro. 

Sinduco temblaba de miedo y de frío bajo los ruínes "melanes" que cubrían sus carnes. En sus ojucos negros se pintaba el temor de su espíritu. 

Cada árbol de los que bordeaban el angosto sendero, antojábansele al pobre cabrero "anjanas" gigantescas, que movían sus brazos enormes y amenazadores. 

Aquella tarde había tornado Sinduco a Quivierga, con media docena de cabras menos en su rebaño, y "tía Nela la bisoja" propietaria de aquella parte de recilla, que habia quedado en el monte temiendo que "daque lobón muertu de jambre o algún zorru indinu "encontrase regalado manjar en sus cabras" tresnas", había hecho al pobre Sinduco volver a la cuesta y "mirar toas las canalonas, torcas y cuevas" hasta dar con el paradero de las cabras extraviadas, entre las cuales se encontraba el "chivu viciosón" del rebaño. 

Sinduco, que me confiaba sus más íntimos secretillos, no hacia cosa alguna sin consultarla conmigo, y hétele en el "estragal" de la casa de mi güela, contándome indignado su cuita.  

"Asegúrete yo, Nelucu el míu, que esa viejona enroñecía ha de pagármelas toas juntas, ¡recolle! No ha de pasar muchu tiempu sin que la porra de Sindo la esboje daque cabra o la espeñe por un castru abaju, sin miajuca de pena... ¡Brujona y esmirriá de los demoños! Ahora güelve al monte, ya anochecíu y lluviendo, jechu una sopa y sin probar bocau... y rivienta, Sindo, que naide jará pucheros ni guitonás si te espeaza algún animalón... ¡Jioju con la tiona de los demongros!.. ¡Si juera tan amiga de jacer el bien como lo es del anisau!.."
    
El resultado de aquella visita de Sindo, fué que cerrando los oídos a las prohibiciones de la "probe mi güela" que tenía el "nietu más traviesu pecaju y tasugón de tou el indinu mundu, apegan a la ricilla como si viniera de casta de pastores", púseme una "pelliza", cogí la ahijá, calcé los "escarpines" y las albarcas pintas, y camino del monte, a la vera de Sindo, cantando siguidillas para espacir el miedo: 

"A la primer siguidilla" no la pude dar alientu, que al espenzar a cantar llevóme la voz el vientu"

Y para no cansar al lector con inútiles divagaciones, diréle que, después de algunas horas de peregrinación por aquellas cuestas resbalaízas, dimos tricha atrás y hétenos sin encontrar los picaros animalejos en las proximidades de la temida cueva de las Anjanas. Sinduco, que se dio cuenta de lo próximos que estábamos de la peña La Mena, dijome las palabras con que comienzan estas cuartillas, añadiendo acto seguido:  


"Vamos a metenos en el invernal de tiu Mesio jasta que pare de llover... Si quieres ver al probe Sinducu acaldau de un pitirriu en meta del camberón, no tienes más que jacer que pásale cercuca de la cueva y de alli al campusantu; digótelo de tou corazón. Vamonora esi invernal y jaremos lumbre У contaréte por qué no quiero pasar por esa cuevona endemoniá.

"Un güen día del inviernu diz que vinieron a Quivierga unos morones mu grandes, con unas anjanas mu majas, que eran las sus mujeres y las sus hijas. Vinian de Asturias, onde diz que los metieron una güena tullía... Ese sucediu pasó jaz muchos años, cuando la probe Quivierga era un puebluciu chicucu como Llendemozó y Fresnea. 


El casu jué que los morones y las sus anjanas escundiéronse en la cuevona de la peña La Mena, con toas sus riquezas, que diz que eran bien lucías. 

Los domingos y fiestas de guardar, cuando los vicinos iban a la misa, bajaban las anjanas y robaban las muy ladronicias las boronas qne las mujetes dejaban cuciendo en el lar; pero un día, una viejuca mu aguda discurrió dejar en el lar un ladrillu tapau con la ciniza y las brasas, y asi lo jicieron toas las mujeres. Las probes anjanas se alampaban las manos pero no soltaban el ladrillu, criendo que eran tortas. 

Las anjanucas diz que eran mu guapas, vestías de blancu, con unos pindientes grandones y reondos, de oru, y unas gargantillas relumbrantes. Ahora son unas viejucas enrreguñás que se apaecen de noche y se juntan a llorar en la brañuca de la peña. Van en ringlera con la cabeza agacha, llorando como unas desconsolás. 

Yo vilas una noche dende el coterucu del Verderu, y crií que me daba un relochiu... ¡Dios qué miedu! Al mesmu tiempu que las apaecias jacían la guitoná, el carabu que tíen el nial en la peña, daba unos quejios como un cristianu, que se le acababa el resuellu. 

A la anjana que yo mas miedu tengo, es a la anjanuca blanca... Diz que había en Quivierga un ovejeru mu guapu que una tarduca de truenos y relampaguíos asullose sin miedu a los morones en la entrá de la cueva. El tal pastor dicen los viejos que era el güelu del güelu del güelu de tia Tonina... ¡Cuántos años jará eso, recolle!.. Pos jue la cosa que salí" una anjana y alcontrose con el ovejeru y parlaron, y de aquello parla vino el enamoramientu; y toas las noches pelaban 1^ pava arrimaucos al acelal de la peña, dijéndose las querencias y las pitemitucas de los nuviazgos... Una noche mu oscura salieron unos morones y espeñaron a los enamoraos, que se estrellaron en las garnas de la canalona; y dende entonces toas las noches se apaez la anjanuca blanca blanca, dando unos gritíos con tou el griju.

Anjana, anjanueca, maja y guapuca; no jagas mal a la probe mozuca.

Toas las mozas cuando van a un coloñu de leña al monte los Maeros, dicen esi dichu. Los mozus tiene que quitase la boina y dicir por lo bajucu:

Anjana floría, es más güena que el pan de cada día.

Y cátate que el que no diz estas cosas es alampau por un mal que lu llaman el anjaneru, que no se quita jasta que se pasen tres noches seguías en el acebal de la peña y dijendo sin parar:

Peldá, peldá, anjanuca, ten piedá.

Y al mesmu tiempu que se diz esi rezu hay que tener los ojos cerraos pa no ver la salía de las anjanas viejas.

Y por no alcontrame con la anjanuca blanca, no paso de anochecíu por la peña de La Mena, mas que se pierdan toaslas cabras y chivos de Quivierga".

Sinducu cesó su parlar. Tumbados a la pampanarrota en la peña de hierba del pajar, dormidos el resto de la noche. Azotaba la vintisca y desgajábanse las cañas de las encinas y los cagigales...

Por el senderuco de la praería venía una moza madrugadora cantando:

A mí me gusta el labradorucu que se vaiga arar y a la media noche me venga a rondar con la pandereta, con el almirez, con las castañuelas que retumben bien... 

jueves, 28 de diciembre de 2017

Folk-lore Castellano

(Diario oficial de avisos de Madrid, 1 de diciembre de 1883, p. 3)

En la noche del 18 del pasado, segundo aniversario de la constitución del Folk-lore Andaluz, quedó constituido el Folk-lore Castellano, acordándose por unanimidad la candidatura que copiamos al pie de estas líneas, el nombramiento de varios socios honorarios de España y del extranjero, y un sencillo reglamento.

El objeto de esta sociedad es recoger, acopiar y publicar todos los conocimientos del pueblo castellano en los diversos ramos de la ciencia (medicina, higiene, botánica, moral, agricultura, etcétera); los proverbios, cantares, adivinanzas, cuentos, leyendas, fábulas y demás formas poéticas y literarias; los usos, costumbres, ceremonias y espectáculos y fiestas familiares, locales y nacionales; los ritos, creencias, supersticiones, mitos y juegos infantiles en que se conservan principalmente los vestigios de las civilizaciones pasadas; las locuciones, giros, trabalenguas, frases hechas, motes y apodos, modismos, provincialismos y voces infantiles; los nombres de sitios, pueblos y lugares, de piedras, animales y plantas, y en suma de todos los elementos constitutivos del genio, del saber y del idioma patrios contenidos en los monumentos escritos y en la tradición oral del pueblo de las dos Castillas, como materiales indispensables para el conocimiento y reconstrucción científica de la historia y de la cultura española.  


DOS CASTILLAS. 
 

Presidente. — Excmo. señor D. Gaspar Núñez de Arce.  Vicepresidente.—Sr. D. José Ferreras — D. Máximo Laguna. —D. Joaquín Same.

Vocales.—D. Alfredo Escobar. — D. Rodrigo Amador de los Ríos. —D. Francisco Giner. — Don Baltasar Ortiz de Zarate. —don Laureano Calderón. —D. Ignacio Bolívar. —D. Romualdo González Fragoso. — D. José Caso. — D. Pascual Vincent. — D. Manuel B. Cossío. — D. Gumersindo Azcárate. — D. Agustín Ondovilla. —D. Joaquín Costa. —D. Francisco Quiroga. —D. José Incenga. -D. Gabriel Rodríguez. —D. Leopoldo Ascensión.
Director—Sr. D. Antonio Machado y Álvarez.  


Director de excursiones. -Señor D. Francisco Martínez Arrúe.  Tesorero.-Sr. D. Manuel Angulo. 
Bibliotecario.—Sr. D. Francisco Durán y Sirvent.
Secretario general.—Sr. D. Eugenio de Olavarría y Huarte.
Vice-secretario.—Sr. D. Jacobo Laborda y López.

Simpatizadores del Folklore, vemos con gusto la constitución del centro regional de ambas Castillas, felicitando a la naciente Sociedad y excitándola a que llene cumplidamente su difícil misión.

domingo, 24 de diciembre de 2017

Turismo en Castilla

Por  A. de Torres


(Castilla gráfica, revista semanal (Madrid), 12 de octubre de 1924)


Con ser tan grandioso, variado y sin rival, nuestro tesoro artístico, portentoso museo de bellezas arquitectónicas, admirables joyas y de históricos monumentos, posee Castilla, además, muy amplios horizontes para el desarrollo fecundo del turismo... 


Nos referimos a sus bellezas naturales. 
 


Los amantes de la Naturaleza tienen muchos lugares donde podrán extasiarse ante la grandeza y sublimidad que encierran montañas, valles, bosques y ríos. Paisajes de variados contrastes, de bellezas sorprendentes, de admirables tonalidades. 
 


Determinar estos lugares, darlos a conocer, a nosotros mismos (es necesario consignarlo así, pues desgraciadamente, aún para muchos de los que viven a su lado son desconocidos) y a los de fuera, es tarea primordial, interesantísima, que no deben olvidar las juntas ya creadas y que se funden para el desarrollo del turismo, pues difundir estas bellezas naturales, en bien dispuestas propagandas, encauzar las excursiones, facilitar medios, crearlos (algunos carecen de ellos en la actualidad; otros son difíciles y penosos) para visitar estos deliciosos lugares, donde la Naturaleza prodigó sus grandiosas bellezas, que sorprenden y cautivan, será gbrir nuevas rutas al turismo, mostrando al propio tiempo, a los de fuera y a los propios, las grandiosidades que encierra el suelo patrio. 
 

Difundir estas bellezas, darlas a conocer, es además un sagrado deber de los pueblos que las atesoran y todos deben contribuir, con su esfuerzo, con sus iniciativas, con sus propios medios, a propagarlas, mostrándolas con legítimo orgullo a la admiración de todos... 

Y son muchos, muchos los lugares que atesora Castilla, en sus diferentes provincias, dignos todos de ser conocidos y visitados. 


Grata e imborrable es la impresión, que a todos producen las maravillas que encierran nuestras ciudades, catedrales, monumentos, castillos, etc. Unida las manifestaciones del arte las sublimidades de la Naturaleza, y estas sensaciones serán aún mayores para el excursionista... 



Aumentemos nuestras "guias" con estos nuevos datos; propaguemos nuestras bellezas naturales, que tan importantes factores son merecedores de ello...



No seamos parcos en el elogio. Ocupamos y poseemos un tesoro y una situación incomparable. Conviene no lo olvidemos, al laborar por nuestro turismo.

viernes, 22 de diciembre de 2017

Bajo el sol de la llanura (paisaje)

Por Mateo Santos Cantero

(Villanueva de los Infantes (Ciudad Real), 1890-México, 1964)


(Vida manchega, 23 de mayo de 1912, p. 4)



La luz se inicia en Oriente;

asciende el sol á la altura
y despierta sonriente
la llanura.


El resplandor matutino

sorprende a la gañanía,
que derrocha en el camino
su alegría.


Va la alegre caravana

cantando y riendo á coro.
Clonando nace la mañana
todo es oro.


Oro son los cascabeles;

de oro herrajes, cincha, hevilla...
Son los astros los troqueles
de Castilla.


La espiga esbelta y dorada

levemente el viento agita.
Canta el ave en la enramada
dulce cuita.


Verde el campo; azul el cielo;

todo es luz; no hay ni un celaje
que cubra de sombra el suelo
del paisaje.


Viene desde la ciudad

de la campana el lamento,
que rima en la soledad
con el viento.


Se escucha en la lejanía

un cantar recio y profano.
Es que va la Poesía
por el llano.


Va la luz agonizando

en la tierra y en el cielo.
El ave al nido, cantando
tiende el vuelo.


Al resplandor vespertino

regresa la gañanía,
sin que atruene ya el camino
su alegría.


El sol muere en Occidente

al descender de la altura,
y se duerme tristemente
la llanura.

Fuente de riqueza

Por A. de Torres

(Castilla gráfica, revista semanal (Madrid), nº 33, 28 de setiembre de 1924)

El magnífico, valioso y sin rival tesoro de formnidable riqueza artística, que posee Castilla, más conocido y admirado por extraños que por propios, es digno, y la «hora es llegada», de que todos dirijan sus miradas a este venero inagotable, verdadera fuente de riqueza, y estudien con la debida atención los medios, procurando organizar y encauzar el mayor desarrollo del turismo, para que se alcancen sus beneficios sin grandes sacrificios esfuerzos. 


Voluntad: esta es la única condición necesaria para lograr el éxito. Voluntad firme, decidida, aplicada con tenacidad para crear las organizaciones necesarias que, compenetradas de su patriótica y benéfica labor, la realicen con fe, amor y entusiasen beneficio de todos.


Diputaciones, Ayuntamientos, Cámaras, Comercio, Industria, Agricultores, Prensa, todos los organismos vitales, en sus varias manifestaciones, deben aportar sus iniciativas, sumando sus valores para conseguir prácticamente la realización de esta obra tan beneficiosa como necesaria. 


Confíen en sí mismos para ella; no esperen ni recurran, según la costumbre malsana, en la ayuda del Estado, que harto pesan sobre él atenciones y molestias cargas; interesen, sí, protección y facilidades para seguir el camino y no se desanimen por los obstáculos lógicos y naturales en toda obra que se empieza; no desmayen ante el cansancio de la jornada que hay que seguir... El triunfo es seguro. 



Solicítese en cambio, la eficaz cooperación de compañías ferroviarias, de la industria hotelera, de los poderosos, de la prensa, y en esos factores particulares y privados, reunidos, brotarán medios sobrados para conseguir la realización efectiva y práctica de esta obra tan útil y necesaria como beneficiosa en general Es una verdad amarga. En el extranjero se nos conoce, porque ellos nos descubren. Su turismo cunde y progresa porque ellos lo fomentan; nosotros, en cambio, salvo raras excepciones, poco o nada haremos para mostrar, no a los de fuera, a los de casa, el grandioso tesoro artístico que poseemos, de ¡insuperables bellezas, que debiera por sí sólo" ser timbre preclaro para nuesíro orgullo.


Y cuando estos extranjeros que vienen de lejanas tierras a contemplarlos, atraídos por esa propaganda difundida por ellos mismos, que les indica lo mucho y valioso que encierra nuestra patria; cuando los vemos admirados, absortos, ante las maravillas de arte de nuestros monumentos arquitectónicos, casi nos sorprendemos de ello y muchas veces ni aún sabemos satisfacer su curiosidad... 


¡Desconocemos esas admirables obras, que perduran en nuestras ciudades y que nos legaron los antepasados! 


Necesitamos esos centros de turismo; necesitamos esa propaganda que nos guíe y nos haga conocer el tesoro que encierran nuestras históricas ciudades castellanas. 

Realizar esta obra, es laborar por Casfilla, y los que a ella cooperen merecerán la satisfacción del deber cumplido y el aplauso de todos sus conciudadanos-.

jueves, 21 de diciembre de 2017

La Mancomunidad de Castilla

Por Ugidos

(Castilla gráfica, revista semanal (Madrid), nº 29, 31 de agosto de 1924)

En el número pasado de "Castilla Gráfica" el culto articulista "Dalmau", habla de "La Mancomunidad de Castilla"; y al hacerlo, dirige su mirada a Santander como ciudad importadora y exportadora de Castilla con relación al mercado extranjero. El representante de "Castilla Gráfica" en Santander no puede menos de agradecer vivamente al articulista las frases de elogio que prodiga a la capital de la Montaña. Ciertamente Santander progresa y a pasos agigantados. Castilla entera puede poner los ojos confiadamente en ella como en una halagüeña promesa. Porque Santander, a pesar de su cosmopolitismo, no deja de sentir en su espíritu el aleteo de Castilla. Santander será siempre castellana. Lo es ya por ética y lo será siempre por instinto. Santander está situada, como muy bien dice el articulista aludido, entre dos puertos de gran tráfico marítimo que, a la largo, restan valoración y energías. Pero Saniander cuenta siempre con la flexión espiritual de Castilla; y ella cree que, en igualdad de condiciones en sus tarifas, etc., será siempre la preferida. La Montaña estará en todo momento al lado de Castilla —omia para cuanto signifique progreso y emancipación. Por eso "La Mancomunidad Castellana" formada por la Nueva y Vieja Castilla y León, tendrá en Santander decididos propagadores y defensores. 

¡Vayamos a ella! Empecemos. Formemos opinión con nuestras plumas y lleguemos al corazón de los castellanos para que todos presten su cooperación a la gran obra de reivindicación y de progreso, Santander está dispuesta a ello; y si el resto de las ciudades castellanas contribuyen, ella se verá muy honrada con el concurso común, porque será al fin la más concluyente y palmaria prueba de adhesión y simpatía. ¡Castellanos! ¡Vayamos hacía la Mancomunidad de Castilla! Pero vayamos con tacto. Hagamos de ella solamente un medio para la afirmación étnica. No la convirtamos en arma política, que esta suele llevar a los pueblos a la desunión y a la ruina. 


N. de la R. 
Agradecemos en el alma esas palabras de ferviente castellanismo que V. Sr. Ugidos, en representación ahora, no de Castilla Gráfica, sino del pueblo de Santander, nos dedica con la exaltación propia de hijos amadísimos de la amadísima Castilla. Nunca dudó esta revista que simboliza y recoge todos los anhelos de la región por tantas cualidades gloriosa, del castellanismo de la montaña santanderina. Y en todo momento, y ya en otra ocasión fue dicho, para ayudar al florecimiento y esplendor de la bella ciudad de Santander, toda la Castilla llana se halla solicita como lo haría por cualquier otra hermana de la llanura. Del mismo modo Santander presta a la meseta su esfuerzo desde la montaña. Hoy más que nunca todas las provincias de Castilla se hallan prietamente unidas. Celebrémoslo y aprovechémoslo para lograr el mayor florecimiento. Pero como V. dice, hay que laborar con tacto, con cautela. Una Mancomunidad para realizar nuestros deseos, muestras justas aspiraciones, una mancomunidad que abarcando las dos Castillas y aun algunas provincias cuyos intereses económicos y espirituales son comunes y afines a los nuestros tuviera como único lema: el amor a Castilla y por ende, el afán inquebrantable de trabajar sin descanso, hasta dotarla del magnifico esplendor a que tiene derecho.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

El Estado y la industrialización de los países pobres

Por Gregorio Fernández Díez

(Información comercial española, nº 203, julio 1950, p. 1016-1018)



Con menos celeridad que la que los patrióticamente impacientes deseamos, ello sin duda debido a impedimentos que exteriormente se nos crean, una tras otra, van convirtiéndose en realidades, una serie de grandes factorías industriales, de centrales hidroeléctricas o térmicas, amén de infinitas industrias más modestas que están cambiando la faz industrial de España.

La inauguración de las centrales térmicas de Puente de García Rodríguez y Ponferrada y del salto de Villalcampo sobre el Duero y la espléndida fábrica de La Cellophane Española en Burgos el pasado estío y ahora recientemente de las grandes factorías de "Nitratos de Castilla, S.A.", y de la Empresa Nacional del Aluminio, en Valladolid, son realizaciones que ponen de relieve el vidente incremento industrial de España y que auguran para en breve el instante en que nuestro país logre alcanzar el indispensable equilibrio agro-industrial que precisa.

De las citadas realizaciones unas corresponden a la libérrima acción e iniciativas privadas y otras son obra de empresas dependientes del Instituto Nacional de Industria, trascendental creación del señor Suanzes, a quien en justicia hay que reconocer como el gran impulsor de la industralización de España.

Jamás en la historia nuestro desenvolvimiento industrial ha tenido éste el empuje que en el último decenio. Díganlo el aumento de consumo de energía eléctrica, el número de industrias establecidas que se cuentan por miles, el de las sociedades anónimas y mercantiles en general constituidas en este período o el montante de los capitales invertidos en tales empresas y sociedades, todo ello revelador de la falsedad de que la iniciativa privada haya estado ni esté constreñida en nuestro país. Las autorizaciones se han prodigado y las denegaciones inexcusables, más bien han sido meros aplazamientos.

Mas, en el supuesto de que esa limitación de las iniciativas fuese cierta, cabe preguntar a los censores: ¿por qué no se realizaron ni se comenzaron siquiera esas iniciativas, esas industrias hasta 1936 cuando la libertad económica no era dirigida ni las iniciativas contenidas, según ellos?

Contestamos: Los exaltadores de la economía libre en España y de la libertad de iniciativa, no ejercitaron ésta o de otro modo no supieron acometer industrias que en otras naciones se han llevado a efecto. Y ahora otra pregunta: ¿quién ha impedido en España que se erigiesen nuevos altos hornos, se perforasen nuevos pozos carboníferos, se construyesen más barcos, se montasen fábricas de celulosa, de caucho sintético, de nitrógeno, de colarantes o bien 
factorías para la obtención de carburantes sintéticos? 

El Estado no fue; el Estado promulgó una Ley de Protección a las industrias y creó el Banco de Crédito Industrial en 1916 para ayudar las iniciativas, que ya estaban ayudadas con primas a la exportación, a la producción carbonífera, a la construcción naval, etcétera, etc.

Es concluyente, pues, la dedicación de que el Estado en España raya en la política económica a la altura de otros Estados; pero si la comparación se establece entre la economía española y la extranjera o entre la inicitiva industrial y técnica privadas de nuestro país y las de otros, las nuestras quedan... muy mal.

El Estado ha tenido que venir en España a ejercitar cometidos que ya, como luego veremos, realiza en todas partes. Ha tenido que planificar la economía nacional, en aspectos en los que no es autorizable la inhibición y a suplir la inacción privada, creando el Instituto Nacional de Industrias, que está dotando a nuestro país
de algunas necesarias a la defensa nacional y de otras básicas e indispensables a la nación.

El derecho y el deber de cada país de industrializarse es irrenunciable. Una serie de Estados pobres, mas con políticos cuya clara visión de las conveniencias y del porvenir de sus naciones han acometido esa industrialización, no sólo con medidas gubernamentales de política económica, sino montando directamente, el Estado, las industrias o indirectamente mediante corporaciones estatales subsidiarias semejantes a nuestro Instituto Nacional de Industrias.

El Japón era en 1868 una nación atrasada y pobre que hasta 1872 no inauguró su primer ferrocarril. En 1906 los electrificó todos. En 1914, en las fábricas, arsenales, talleres, imprentas y fábricas de tabaco el Estado ocupaba 140.000 obreros. Y es que fue el Estado en el Japón el que montó diversas industrias, directamente, como los altos hornos de Jawata, cuando la nación era pobre y retrasada, industrias que luego, en 1885, transfirió a sociedades privadas.

Rusia, la zarista, cuando era una nación pobre, creaba su Banco Nacional, mas hasta 1883 no amortizó el funcionamiento de la banca privada. Aquella Rusia, como la de ahora, en la que el Estado lo era casi todo, pudo un día fundar artificiosamente San Petersburgo, por razones estratégicas, e industrializar dicha ciudad y crear otro, también artificialmente, Lodz, la Manchester polaca, e instaurar en ella la industria textil y montar directamente fundiciones y fábricas de armamentos de Tula y aun promover una fábrica en Moscú de hilados y tejidos, que ya en 1913 ocupaba 20.000 obreros.

En la Rusia zarista fue el Estado quien, acometiendo directamente la construcción de la red ferroviaria, sostuvo las industrias francesas, belgas e inglesas siderometalúrgicas que se establecieron en la cuenca del Donetz. 

Ahí está Turquía, la anatólica, modernizándose bajo la acción directa del Estado, que estableció altos hornos en Karabuk y explota minas de carbón y ferrocarriles y hasta fábricas de curtidos, de celulosa, centrales hidroeléctricas y fábricas de cemento como en Siva. País de escasos capitales, más bien pobre, queriendo dejar de serlo, el Estado toma la iniciativa de transformar la nación.

La China nacionalista, no la semisoviética, tenía organizadas cuatro empresas estatales: la China Textil Cº, con cuatro fábricas; la China Marchands Steamers Cº; la Tainan Sugar Cº y la Tainan Paper Cº, ello sin duda porque pretendía salir de la pobreza y liberarse de la explotación extranjera.

En Bolivia el Estado pone una fábrica nacional de clavos y otra de hilados y tejidos y tuvo constituida una sociedad mixta con la Standard Oil Cº, si bien ahora los yacimientos petrolíferos son fiscales.

En el Brasil, además de la refinería de petróleos en montaje en Mataripe, el Estado tiene constituidas dos sociedades paraestatales, una de motores para la aviación con Fairchild E. and Aeroplane Cº, y otra la de los altos hornos de Volta Redonda con otra empresa norteamericana.

La Yugoeslavia presoviética tenía ya la fábrica de motores de aviación de Kralico, dependiente del Estado y de una empresa norteamericana.

En Venezuela, la fábrica de papel de Maracay y la de cementos de La Vega son del Estado.

En Perú los yacimientos de guano son del Estado, administrados por una sociedad subsidiaria. De otro lado la Corporación Peruana del Santu es una empresa paraestatal con 30 millones de dólares que acomete la explotación minera de carbones, hierros, monta acererías y construye saltos de energía. Su cometido es el de nuestro I.N.I.

En Chile son paraestatales una fábrica de deshidratación de frutas y otra de cubiertas y neumáticos, en Maipú, con la participación norteamericana. Además se ha creado la Corporación de Fomento, que cual nuestro I.N.I., esto es, ya por sí mismo o bien mediante empresas mixtas está desarrollando el plan de electrificación nacional, instalando fábricas de cemento, fundiciones de cobre y de estaño y los altos hornos de Bahía de la Concepción, éstos con la colaboración norteamericana, amén de otras actividades.

En el Uruguay la energía eléctrica es un monopolio del Estado; lo es la fábrica de papel del pueblo de Juan Lacaze; lo es el Frigorífico Nacional, ¿qué dicen a esto los detractores de la leve acción industralizadora estatal en España a través del Instituto Nacional de Industria? Lo probable es que lo ignoren. Nosotros conocemos, por el contrario, la satisfacción y el orgullo que tal acción industrializadora produce en aquellas naciones: sírvannos de ejemplo y espejo de conducta.

Mas, continuemos. En el Ecuador pertenece al Estado la fábrica de abonos de La Libertad.

En la República Dominicana, el Matadero Industrial Frigorífico de Trujillo es del Estado.

En Méjico, además de los yacimientos petrolíferos, son ahora industria estatal las fábricas químicas expropiadas  a las firmas alemanas Schering, Bayer, Bekririg y Merk.

En Holanda el Estado posee diversas industrias y explota cuatro minas de carbón en Limburgo.

En la República Argentina son propiedad del Estado las fábricas de tejidos de Hualcondo y de Resistencia; lo son los yacimientos petrolíferos fiscales; los yacimientos y altos hornos de Zapla (Palpalá), en Jujuy, y van a serlo otras manifestaciones industriales en virtud del plan quinquenal y lo es la fábrica de motores de aviación de Córdoba.

En el Indostán, el Estado de Trasvancore posee dos fábricas de su propiedad, una de motores de aviación y otra de rayón. Se ha divulgado que el Indostán tiene, no sólo planes de industrialización, sino de estatificación y acordada la creación de tres compañías navieras mixtas, con cien millones de dólares cada una en las que el 51 por 100 será suscrito por el Gobierno.

Recuerde el lector la invitación que un día ciertos beligerantes nos dirigían para que continuásemos cultivando olivares y viñas. Mas España, prefiere seguir su ejemplo a su consejo; queremos industrializarnos. Nuestra nación debe hacer lo que hacen las naciones mencionadas y nuestros gobernantes lo que hacen los de esos pueblos... y los de otros.

La Inglaterra prelaborista había ya construido estatalmente la red eléctrica nacional que aquí acomete la iniciativa privada; la Inglaterra prelaborista había convertido el Estado en comanditario de la Sociedad Británica de Materias colorantes, de la Anglopersa de Petróleos, de la Cunnard de Navegación, del Banco Comercial de Liverpool y de la Compañía del Canal de Suez. También poseía y explotaba minas de carbón en Nigeria, había creado una fábrica de magnesio, etcétera y montado otra para la obtención de gasolina sintética de Becingham-on-Teel. 

La Francia predegaullista había estatificado los yacimientos hulleros e instalaciones para la obtención de carburantes de Bethune.

En Suecia el Estado explota diversas industrias, centrales hidroeléctricas y los altos hornos de Jernenbeck en Norbattene, cosa que se repite en la Unión Sudafricana.

En los Estados Unidos. el Estado posee fábricas de magnesio de Nevada y California, instalaciones de obtención de gasolina y caucho sintético, diversas fábricas de aluminio y posee y explota las grandes centrales hidroeléctricas de Musle Schoals, de Bonneville y Grand Coulée con la fabricación anexa de nitrogenados y explosivos.

En Uruguay, la Argentina, el Estado Vaticano y Suiza cuentan con flota mercante estatal. ¿Para qué aducir nuevos ejemplos?

Si esta actuación industrializadora es loable en otras naciones, loable es en España. La siguen, como vemos, incluso naciones ricas de economia liberal, pero singularmente dicha trayectoria es la que acometen naciones pobres y escasamente industriales que pretenden elevar en nivel de vida. Y como éste debe ser el objetivo nacional, el Estado, el I.N.I. habrá de continuar su eficiente y patriótica obra de industrializar España frente al mundo y fomentar en el
área nacional industrias y actividades en las provincias y regiones menos ricas o más retrasadas en evitación de desniveles que trascienden desde lo económico a lo político.

Y esta doble trayectoria, la de convertir a España en nación industrial y realizarlo en todos los horizontes de la nación, tiene una tal consideración que abarca lo económico, lo demográfico, lo social, lo estratégico y, por suma, el gran problema político de aprestar el lazo entre todos los hombres y pueblos de España, cumpliendo con ello el Estado la máxima realización de justicia y equidad, porque si la unidad política conduce a la unidad económica,
la unidad económica consolida la unidad política eficazmente.