Castilla, un resurgimiento material necesario

Por un castellanismo contra la Agenda 2030

"Los que aseguran que es imposible no deberían interrumpir a los que estamos intentándolo" (T. A. Edison).

lunes, 21 de noviembre de 2016

Castilla: no hay resurgimiento sin conocimiento

(La Prensa alcarreña, 29 de abril de 1983, p. 6)

Por Amador Álvarez Mateo

El día 22 del corriente tuvo lugar en los salones del Hogar Castellano Leonés de Valencia, la segunda del Ciclo de Conferencias organizadas por el mismo a cargo del Profesor, Octavio Uña Juárez, ilustre conferenciante doctor en Ciencias Políticas y Sociología, catedrático de Filosofía y profesor del Real Colegio Universitario Mª Cristina del Escorial sobre el tema:

"Castilla en la generación de los escritores del 98", acto con el que se quiso honrar la memoria de don José Ortega y Gasset con motivo del veinticinco aniversario de su muerte, autor de dos obras tan importantes para Castilla como "La España invertebrada" y la "Redención de las provincias". El profesor Octavio Uña disertó sobre el temario orteguiano y unamuniano en torno a Castilla. El
conferenciante puso de manifiesto que es obligado hacer nuestra la invitación de la generación del 98 a encararse con el problema de España y con el problema de Castilla, tan unidos. Ortega valoró la tesis de la centralidad de Castilla en la formación de España y también la tesis, que Octavio no compartió, la centralidad de Castilla, en la decadencia de España.

De Unamuno analizó, igualmente, sus planteamientos, en torno al problema de España, centró su análisis en las relaciones Europeísmo-casticismo y trajo a presencia lo más consonante con la hora presente de las reflexiones del profesor de Salamanca sobre le espíritu castellano y la "Casta Castilla". Paisaje y paisanaje son dos ámbitos de obligada recurrencia para comprender el discurso unamuniano sobre Castilla: Naturaleza y cultura que son releídas por la generación del 98 y sus figuras procedentes de la periferia nacional.

El conferenciante recordó que Castilla fue la primera nación de occidente y la primera que organizó la libertad y cuestionó sobre su abandono actual, su mansedumbre e ignorante indiferencia de sus 
gentes y preguntó quién le impuso esa ignorancia a Castilla "¿Quién saca usufructo de esa ignorancia?". Invitó a meditar sobre la recomendación de Unamuno para que tomemos la Historia de Castilla a "sorbos lentos" modo eficaz para alcanzar el "hondo" de su esencia. Hay que superar -dijo- esa indiferencia e ignorancia de nuestra propia identidad, actitud que don Miguel bautizó con una palabra extraída del alma de la propia tierra "la MODORRA", estado anímico que impide conocer y asumir la propia identidad, "converger al adentro de Castilla", necesidad advertida por don Miguel.

Argumentó sobre la falacia del centralismo: "¿Qué tendrá que ver la Administración Central con la mujer que va tras el arado romano en mi pueblo, o en Soria?". Se refirió al declive de Castilla y preguntó sobre el hecho de que agotada ella ya, no hubiera tenido sustituto en ningún otro pueblo de España en el quehacer común del Estado.

El profesor Octavio Uña terminó su amplia exposición diciendo: "Villalar significa, ante todo, una llamada a la meditación, al descubrimiento de causas propio del ser castellano, de tan diversos modos entendido y desde la realidad social, tan largamente postergado. Castilla como Comunidad Histórica solamente podrá su propio y más caraterístico pulso desde este redescubrimiento, desde esta conciencia de sí misma. No habrá resurgimiento sin conocimiento."  

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