Pedro Martínez Santamaría
16-11-2019
Quizá España se rompe desde hace 40 años, y es una tragedia. La lengua de Castilla es tan relevante porque se habla fuera de ella, en otros territorios de España o de Iberoamérica. Cabría preguntarse si el desguace de Castilla, desde hace 500, tiene algo que ver. Sin autonomía, Cataluña hará valer sus intereses igualmente (ya lo hizo con otros regímenes, singularmente con el de Franco, de fuerte crecimiento y de intensas emigraciones interiores de las que Castilla salió muy mal parada). En Castilla, cada provincia irá por su lado y envidiará a la provincia vecina o tratará de fastidiarla. Más importante aún que tener autonomía es ser región, que es algo que no se puede prohibir con ningún régimen político ni de ningún tipo, y no cuesta dinero ni duplicidades.
En un escenario sin autonomías, la solución está en la cooperación de las provincias castellanas que evite la ausencia de coordinación del pasado y los resultados trágicos que conocemos de despoblación, de castellanos desarraigados fuera, en otras regiones, etc.
El castellanismo no existiría de haber sido la Castilla germinal mucho mejor tratada. Tratar mejor a Castilla no era pedir mucho ni antes ni ahora.
16-11-2019
Quizá España se rompe desde hace 40 años, y es una tragedia. La lengua de Castilla es tan relevante porque se habla fuera de ella, en otros territorios de España o de Iberoamérica. Cabría preguntarse si el desguace de Castilla, desde hace 500, tiene algo que ver. Sin autonomía, Cataluña hará valer sus intereses igualmente (ya lo hizo con otros regímenes, singularmente con el de Franco, de fuerte crecimiento y de intensas emigraciones interiores de las que Castilla salió muy mal parada). En Castilla, cada provincia irá por su lado y envidiará a la provincia vecina o tratará de fastidiarla. Más importante aún que tener autonomía es ser región, que es algo que no se puede prohibir con ningún régimen político ni de ningún tipo, y no cuesta dinero ni duplicidades.
En un escenario sin autonomías, la solución está en la cooperación de las provincias castellanas que evite la ausencia de coordinación del pasado y los resultados trágicos que conocemos de despoblación, de castellanos desarraigados fuera, en otras regiones, etc.
El castellanismo no existiría de haber sido la Castilla germinal mucho mejor tratada. Tratar mejor a Castilla no era pedir mucho ni antes ni ahora.
Como dice Pedro de Hoyos "Defender a Castilla no supone ofender a nadie, apreciar a Castilla no supone despreciar a nadie, amar a Castilla no supone desamar a nadie. Castilla sólo desea que se la quiera y que se la defienda sin necesidad de negar a nadie. " Ahora bien, para defender a Castilla hemos de amarla y conocerla, algo que para la mayoría o buena de los castellanos es algo secundario , desgraciadamente
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