Castilla, un resurgimiento material necesario

Por un castellanismo contra la Agenda 2030

"Los que aseguran que es imposible no deberían interrumpir a los que estamos intentándolo" (T. A. Edison).

lunes, 9 de mayo de 2016

El regionalismo castellano: preliminares

(El Salmantino, periódico semanal, 14 de marzo de 1908, p. 1)
Por A. Rubio 

A medida que el progreso de las naciones va ensanchando su esfera de acción, el mundo se transforma, las costumbres de los pueblos se cambian, y en esta evolución constante, la humanidad, sujeta al proceso del tiempo y de la historia, se aniquila y tiende a su desaparición, porque es finible, como todo lo material, y caduco.

Sin embargo, los hombres aspiran a la perfección, las repúblicas a la gloria, los pueblos y las razas al dominio independiente y tiránico..., revelándose en este pugilato gigantesco una ambición desmedida y un egoísmo absurdo a pesar de hallarse encerrados en los límites naturales de su misma constitución orgánica e impotentes para salir del centro de vida donde el destino providencial los colocara. Pues si a veces las pasiones los desbordan, rompiendo el cauce de la corriente... bien presto vuelven a su primitivo estado, como el río su álveo después de la crecida.

Todo tiene sus límites en el mundo, y dentro de esos límites es donde puede crecer y desarrollarse, aspirando a su perfección con nobleza y valentía.

Por eso Dios al crear la sociedad humana, de suyo cosmopolita, estableció diferencias esenciales entre los diversos pueblos y las diversas razas...

La religión, el lenguaje, las tradiciones, el carácter y la misma idiosincrasia fisiológica son los signos distintivos de las diferentes ramas del árbol genealógico mundial.

Tal es la causa eficiente de la división de la gran familia humana en pueblos, en estados, en repúblicas y regiones, que viven independientes su propia vida, según elementos disponibles de cada uno.

Así ha venido sucediendo en el transcurso de los tiempos, pero he aquí que el régimen político del gubernamentalismo autocrático, que fue la base del agrupamiento de esos pueblos y regiones en Estados constitutivos de todas o casi todas las nacionalidades actuales, ha suscitado hoy el problema administrativo de interés general, porque este comunismo económico, lejos de fomentar el progreso de las regiones, es una rémora, al menos en España, para el desarrollo de las energías naturales y para el progreso de las iniciativas.

Y es que la sociedad marcha a pasos agigantados a la conquista del Bellocino de oro, y quiere sacudir la tutela directa y opresora del Estado, considerándose ya mayor de edad y aspirando a la independencia y autonomía administrativas, único medio de reorganización y de regeneración económica del país.

El porqué de estos pujos de descentralización y radicalismo social es fácil comprenderlo, y a más de otras causas fundamentales estriba en el axioma sociológico de la agremiación profesional por clases... y ésta, que pudiéramos llamar agremiación regional, con los mismos elementos de vida, con los mismos principios y los mismos fines, constituye el desideratum, la aspiración constante de todos o casi todos los organismos modernos.

Mas para no salirnos de nuestro propósito, ni divagar demasiado alrededor de principios que la lógica de los hechos nos impone, tendamos una mirada por nuestra patria, y el grito solidario de Cataluña y los fueros y franquicias vasco-navarros, y los conatos de solidaridad gallega, y el clamor pedigüeño de Andalucía y Extremadura, nos convencerán de la existencia de un ataque fulminante de regionalismo sano, que no debe jamás con las irritantes teorías del execrable separatismo que un hato de miserables vesánicos sustentan.

El régimen económico regional tiende únicamente a dar intensidad, alientos y energías de vida propia a los pueblos, sujetos hoy a leyes igualitarias, que en la práctica suelen surtir a menudo efectos contraproducentes, por la diversa manera de ser y vivir de las regiones, víctimas del cacicazgo político, verdadera plaga asoladora del campo social.

Muchas otras son las causas que por razones de progreso y de cultura pudiéramos aducir a nuestro propósito... Pero "como es más largo el tiempo que la fortuna" las iremos anotando a continuación, y de propósito dejamos para el capítulo o capítulos siguientes el estudio de nuestro vivir y sentir regional, al que queremos dedicar todos nuestros entusiasmos, en pro de los intereses morales y materiales del solar castellano, cuna de la nación íbera y nervio de la gloriosa historia patria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario